La Fundación Conchita Regojo creará un museo con objetos familiares en Fermoselle

La Fundación Conchita Regojo creará un museo con objetos familiares en Fermoselle

El obispo de Zamora oficia los actos religiosos organizados con motivo de la conmemoración de las bodas de plata de la residencia de ancianos

La residencia de ancianos «Conchita Regojo», de Fermoselle, celebró ayer con solemnidad la efemérides de las bodas de plata, cuyos actos religiosos fueron oficiados por el obispo de la Diócesis de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, que estuvo acompañado en la Eucaristía por una decena de sacerdotes de Sayago y ex párrocos de Fermoselle.

El obispo reiteró ante toda la comunidad presente la idea «de servicio» a las personas que debe presidir «el espíritu de la residencia», y encomendó «a ser una familia, no una empresa, que acoge a los seres más débiles de la familia, así como que los que trabajan en esta casa tengan unas actitudes evangélicas». Deseo, dijo el prelado, «que los que estén aquí estén como en su casa».

A la celebración de los 25 años de la inauguración asistió la presidenta de la Fundación Conchita Regojo, Alejandrina Regojo, así como diferentes integrantes de la Fundación.

Alejandra Regojo desveló la iniciativa que tiene la Fundación de poner en marcha, en la casa de mis tíos, situada en las cercanías del Arco, en el caso histórico de la villa, un centro multifuncional. En el mismo podría «formarse gente joven para que no se marchen del pueblo», pero también serviría «para ayudar a las madres residentes en Fermoselle». Además, existe «la ilusión de destinar una parte del edificio a un museo que albergaría objetos, fotografías, recuerdos y muebles de la familia Regojo». Alejandra Regojo habló igualmente de un lugar donde las familias fermosellanas, que no están en la residencia, «tuvieran un lugar de recreo».

Según precisó, en estos momentos se está intentando adquirir los terrenos del entorno de la casa que habitó Antonio Regojo.

Atenta, desde Madrid, a la actualidad fermosellana, la presidenta de la Fundación «Conchita Regojo» subrayó ayer el interés por conseguir que la gente no preparada «no se marche de Fermoselle para que la villa vuelva a ser un lugar de buen vino y de buen ganado».

El director del centro residencial, Rubén Valle, también tomó la palabra para destacar la proyección de la apuesta residencial. «De aquella semilla de entrega, sembrada en buena tierra, son hoy 25 años de gestos generosos» expresó, y agradeció a las personas e instituciones «que la obra sea una realidad viva».

Alejandra Regojo reconoció ayer la gran labor realizada por su tío Antonio Regojo, su mujer Esther, por Domingo Dacosta y por sor Javiera, estos últimos presentes ayer en el festejo, «porque con mucho interés e ilusión se metieron en una aventura que ha resultado un éxito y ha dado empleo y mucho cariño a las muchas personas que han pasado por la residencia».

Hizo referencia, además, a que uno de los objetivos de la Fundación, es el cumplimiento de la voluntad de Antonio Regojo, consiste «en dar becas a personas de hijos de Fermoselle o que tienen relación con la villa, así como ayudar a otras fundaciones y organizaciones no gubernamentales».

La residencia de ancianos de Fermoselle presentaba ayer una atmósfera de entusiasmo y de entrañable convivencia, con enorme participación de residentes en los oficios religiosos. El obispo, Gregorio Martínez, que ayer aprovechó la gira a la capital de Arribes del Duero para visitar también a los niños y niñas, igualmente mantuvo una plena cercanía con los residentes del centro, inaugurado hace 25 años por el que fuera presidente de la Junta de Castilla y León, José María Aznar, y cuyas fotos del acto eran ayer visibles en el pasillo de entrada.

La residencia, gestionada por Cáritas Diocesana y cuyo edificio es de una Asociación integrada por vecinos de Fermoselle, atiende en la actualidad a 129 personas, distribuidas en dos edificios. Están en manos de más de medio centenar de personas y cuenta, desde los comienzos, con una comunidad de misioneras de la Inmaculada Concepción.

La celebración de las bodas de plata del centro residencial gozó ayer de una jornada soleada y extraordinaria, de modo que no faltaron fermosellanos que aprovecharon las horas previas para vendimiar, y luego respaldaron con su presencia la conmemoración.

El centro residencial «Conchita Regojo» lucía ayer grandes paneles alusivos a los 25 años de la inauguración. El párroco de Fermoselle, Isaac Prieto, estuvo arropado ayer, además de por el obispo, por ex párrocos de la villa como don Fernando, don Manuel y, por otros sacerdotes de la comarca sayaguesa.